Ir al contenido principal





MESES, AÑOS SIN ESCRIBIR...

Simplemente porque no sentía la necesidad de hacerlo... Pero ayer pasaron muchas cosas, como siempre, coincidencias sin sentido. 

La primera y más sonsa, es que, descubrí que teníamos un cover favorito en común, como les digo es de lo más sonso y estúpido. Los que me conocen saben que me enoja mucho coincidir con personas musicalmente, todo desde que un estúpido me dijo: "es que tú y yo tenemos los mismos gustos musicales ¡bésame!" y yo de: ¡NOOOO!

Bueno supongo que hay maneras "bonitas" para decir que nos gusta la misma canción, lo mejor es cuando es espontáneo, sin planearlo, sin pensarlo mucho. Hasta bailar la canción. Fue un momento especial. Deje de contar los momentos especiales y creo que fue un error, ese momento en el carro, mientras nos moríamos de calor y que saliera esa canción de repente y que hasta la intentara bailar como Beyonce, fue lindo. Fue una coincidencia sin sentido...

Otra coincidencia sin sentido, fue hablar con una compañera del trabajo sobre los hombres que les cantan canciones a sus amadas,  canciones inéditas, de su autoría, y eso la llevó a ella, recordar una escena de la película de Barbie, donde Ken le canta una canción a Barbie en la playa, una canción que extrañamente me gustaba mucho hace unos años (muuuuchos años atrás), "Push" de Matchbox Twenty. Aquí no importa tanto Ken o la canción, simplemente ese cliché de que los hombres les canten a sus amadas, y recordé que hace unos años tuve un enamorado, que me mandaba audios cantándome sus canciones a media noche... Lo más raro de este asunto, es que el día de ayer fui a ver, por fin, la película de Barbie y saliendo me topé a ese ex-enamorado cargando a un bebé y con la chica que supongo que es su novia-esposa... y yo en mi mente diciendo "definitivamente ahí no era, nunca iba a ser". Y es que, él a mi no me gustaba, era mucho más chico que yo, y pues no era ni mi tipo.

En fin... ahí les dejo la canción.


Comentarios

Entradas populares de este blog

  ESTOY DE VACACIONES, se supone. He querido escribir, he querido contarles como han sido los últimos meses, las últimas semanas, como cambian las cosas día a día, sin poder hacer pausas, detenernos 5 minutos a tomar aire. Ni el COVID pudo parar al mundo, nos paró a nosotros, pero la vida no se detuvo. Lo chistoso e incongruente de la vida, el planeta ha ido rotando en su eje mucho más lento, mientras que nuestras vidas van cada día más aceleradas. Estoy de vacaciones, y ayer sufrí un peque ataque de ansiedad, porque me iba a ausentar del trabajo dos días. Así de loca estoy, son algunas secuelas que me dejó la pandemia: sentir la necesidad de estar en mi trabajo, sentir que es lo único seguro-inseguro. Son un montón de factores que trabajo con mi misma todos los días, son secuelas, es el luto, es duelo.  Mi mamá murió antes de la pandemia, mis inseguridades se dispararon al 500% o más, es algo que no se puede medir con números. De un día a otro me había convertido en la fuerte de la ca

42, segunda parte

 Dicen que las segundas partes no son buenas. No es que no lo sean, simplemente son más realistas, continúan la historia o  hay veces que simplemente es la misma historia que la primera parte, pero con ligeros ajustes o cambios, y quizá eso las hace menos sustanciosas. Esta segunda parte la veo como la verdadera realidad –suena a pleonasmo, lo sé– de lo que realmente fue el proceso de las 42 canciones, los 42 extractos de la letra de canciones melosas de diferentes grupos, musicales, cantautores, etc., que he estado publicando por casi ya por 35 días a las 12:42 a.m. en Twitter. Pensé que sería algo genial, mágico, que me traería suerte, que se iba a convertir en un amuleto, pero tristemente no fue así. De alguna manera sabía que más que ayudarme, me traía cuestionamientos existenciales y desataría miedos, viejas praxis, que pondrían en duda mi cordura y mi estado zen, que desgraciadamente perdí desde hace unas semanas y no por publicar estas canciones, sino por otros asuntos que no