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16 x 2 = 32

Regresé de San Miguel de Allende hace unos días ya. Primero sentí que no me debí de haber regresado tan pronto, algo me decía que me debí quedar más tiempo ahí. En fin fue un poquito más complicado el regreso, pero por otro lado fue las relajado, iba sola, no tenía que ir platicando o fingiendo que realmente me interesaban los chismes de la "alta alcurnia" lagunera.

Recuerdo que antes de salir de viaje, hice una playlist especial para escuchar en San Miguel. Puse canciones hippies-hipsters, electrónica-remixes, banda, pop, electroclash, rock, postpunk, punk, alternativa, y así –si algo tienen de especial mis playlist es que son un desmadre ecléctico–. Por supuesto había otras playlist en el aifon, con música olvidada que también escuche cuando me harto el playlist de San Miguel.

En ese mar de música, se escucho "anyone else but you", canción que se hizo famosa por la película Juno. No es la joya músical, de hecho la letra está muy estúpida... Pero algo paso. Iba de lo más aburrida viendo lo seco que está el campo guanajuatense, autocontándome historias para divertirme y todo paso muy rápido, un escalofrío acompañado de ciertos recuerdos que creía bien archivados en el "quemarse después de leerse" y ¡puff! una lagrimilla salió de la nada, pero no vendría sola, la canija invito a su "girlfriends". ¿Qué podía hacer? Limpiar mi carita y poner carita feliz de McDonalds.

Baje en León, estaba bien, lo peor había pasado. Compré cosas para entretenerme un rato: una Cosmopolitan, unos dulces y listo.

20:45 hrs. La Señorita anunció que en 15 minutos salía el autobús a Torreón. Agarre mi mini maleta (cuando viajo sola, me gusta ir ligera, siento que pierdo las maletas) y me fui a formar. Detrás de mi había una pareja –parecía un matrimonio newleyweds– que discutían sobre los boletos, al parecer los pelmazos los habían perdido.

Por fin subo al autobus, prendo la luz y comienzo a leer la Cosmo. No suelo leer este tipo de revistas, pero cuando salgo de viaje, mi cerebro se va de vacaciones y buscamos lo superficial y lo banal, porque después me pongo muy intensa. Buscando bajar esa intensidad empece a leer la revista. La primera parte la describo como ropa, ropa, ropa, accesorios, accesorios, accesorios, cosméticos, cosméticos, cosméticos, banalidades, banalidades, banalidades,  hasta que por fin llego a los artículos. Me encuentro uno bastante gracioso sobre chicas que regresan el anillo de compromiso, digo gracioso porque si hubiera estado en mis cinco sentidos no lo hubiera leído. Estaba de hueva. Historias de niñas bien, anillito Tiffany & Co., quiero ser mamá aunque no tenga ni la más puta idea en qué consista eso y chalalalá ¡Huevaaaaa! Fue como una versión extendida de Cindy la Regia y no estuvo padre.

Y como dicen, lo mejor estaba hasta el final: Horóscopos time! ¡Yeeeei! Años y felices días sin leer un horóscopo en una publicación. La verdad no creo mucho en eso, he leído sobre como es que a veces le atinan a ciertas cosas, tanto el horóscopo como el tarot –aclaro, nunca me han leído el tarot, ni la mano, ni nada de eso–... La verdad es que las cartas del tarot están hechas para que encajen en la vida de cualquier mortal, el horóscopo tiene que ver más con los astros y las energías –no soy experta–.

Tauro
En tus relaciones: el tránsito de Venus sobre tu signo (wei si no entendía las putas casas de los Caballeros del Zodiaco, esto menos, estoy confundida) incrementa tu magnetismo personal y hace posible que el amor aparezca en tu vida (no es cierto, mi gata me sigue odiando) o sea un buen momento para formalizar relaciones (Gaaaad! noooo! ¡Yofo Safafofo!). En el trabajo: te favorecen todas las inversiones, compras y negocios (God damn right! it's the fucking truth). Tendrás suerte para ganar dinero y concretar algunas de las metas materiales que te has propuesto (¡A huevo!). No dejes pasar esta extraordinaria oportunidad. En la salud: ten mucho cuidado en esta época con los cambios de clima (ZzZzZ eso no es nuevo).

En fin, el resto del viaje se volvió algo extraño, me torcí la espalda, no podía dormir, mi asiento no se pudo hacer cama, la pantallita no se veía y no pude ver películas.

5:30 hrs. Desperté de repente, no sabía donde estaba y me asomé por la ventana, alcance a leer "laguna" ¿apoco ya había llegado? Me asomé otra vez por la ventana y vi la estrella en el cerro de Gomez Palacio, Durango y en efecto, ya había llegado. Mi papá me recogió en la central, llegue a casa y como pude y medio dormida me puse la pijama, puse el despertador a las 8:00 hrs. porque tenía que ir a trabajar. No pude dormirme más tiempo, pero al menos descanse tantito la espalda que la sentía super jodida.

Desde ese día me he sentido rara, entre triste, ida, ausente, deprimida. La última vez que me había sentido así fue en agosto del 2008 –para ser exactos el 28 de agosto–. Fue un día fatal y fue tan, tan feo ese día que me prometí a mi misma que nunca me iba a dejar caer hasta el fondo, como ese día. Y no me dejo, y no me dejo... Creo que es sólo el temor de multiplicar 16 X 2 y conocer el fatal, fatal resultado.

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