Hoy es Nochebuena, la segunda sin mi mamá y estuvo bien. Obviamente sentí que todo faltó, pero estuvo bien, porque todo salió según el plan, quizá mejor que el plan.
La primera Navidad sin mi mamá fue en el 2020, con pandemia y mi lado antisocial era feliz, pensaba que una Navidad a solas, con mi papá era lo mejor, lo mejor para mi, porque mi papá sí necesitaba a la familia, yo solo quería estar en casa, con cobijas y viendo Netflix. Por una extraña razón, bueno ni tan extraña, porque fue amor, decidimos juntarnos en Navidad con todo y las cosas malas que podrían suceder, sabíamos los riesgos y aún así nos juntamos, sin temor a Dios.
La segunda Navidad sin mi mamá, fue hace un año, con todo y pandemia, nos volvimos a juntar, sin temor a dios, sin restricciones, conviviendo todos bajo el mismo techo de la casa de Queño.
Ambas Navidades no sentí tanto la ausencia de mi mamá, pero está Navidad que quise que fuera diferente, todo lo que deje de hacer, era acordarme de ella, todos sus regaños, todos sus “apúrate que vamos a llegar tarde”, todos sus reclamos por dejar todo hasta al final. Llevo 2 años sin hacer pavo, llevo 2 años planeando las Navidades como a mi me gustan, llevo dos años tratando de seguir las “tradiciones Anita” (salvo el pavo, es una mentada de madre hacer un pavo para dos personas). Pero incluso las compras navideñas, trato de comprar todo lo que ella compraba para la cena: chocolates, turrón español suave, poma rosa, sidra (si llegábamos a encontrar sidra asturiana, la familia lo agradecía enormemente, deli) lo de la cena de navidad: mariscos, pasta, pavo, carne molida, pasas, almendras, vino blanco, mantequilla, y lo de los postres que hacia la abuela: galletas de mantequilla y leche condensada, y los pays de dátil.
Hoy, recibí muchos mensajes de “Feliz Navidad” y fue lindo, pero quizá el más lindo fue el de alguien muy especial para mí, que ha hecho que este año valga la pena… La verdad quisiera poder escribir más, pero las palabras se quedan cortas para describir lo genial que ha sido este año gracias a él y no lo sabe, pero para mí ha sido el mejor regalo que he recibido. Los reyes magos me lo trajeron al principio del año y se ha quedado aquí… Gracias :)
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